Atardeceres de piedra

Cada vez que veo aquellas rocas, no puedo dejar de fantasear con las secretas e indescifrables conversaciones que imagino tendrán mientras remojan su existencia en cada atardecer...

Desde mucho antes que el agua los rodeara, aquellos peñones ya eran dueños y señores de las puestas de sol, el sonido del silencio y el desierto reinante.

Hoy son los vigías del inhóspito paisaje lacustre, depositarios de atardeceres y testigos infalibles del fluctuar de las aguas.

Cuando el sol se aleja, parecen agolparse como un gentío curioso para presenciar su partida..

 El sol los abandona, y los gigantes esperan confiados su regreso una noche más...










Gracias por tu visita!

Comentarios

  1. Hermosa personificación!, uno cree ahora que es así!, bellísimas las fotos, impactante!

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