Puerto dormido
La tarde camina tranquila por el puerto. Los barcos se mecen y adormecen sobre las aguas serenas. Atados a tierra firme y en la soledad de su propia compañía, no parecen tener apuro en zarpar.
Al borde del muelle, unos pocos lobos aburridos dormitan bajo el sol.
La nubes flotan sin más orden que el de la brisa que las empuja.
El tiempo transcurre lento, tratando de no dormirse.
Gracias por tu visita!
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