Casa abandonada
Siempre me atrajeron las casas abandonadas.
De lejos parecen mirarte indefensas, con sus cuencas vacías.
Sus entradas despojadas de puertas son como bocas negras sosteniendo un grito agónico, inútil, silencioso.
Cuando albergaron habitantes, contuvieron sueños y deseos, o tal vez amor, u odio, quien sabe.
Pero una casa abandonada es como un lamento inacabado, una cáscara vacía, un misterio irresoluto, un arcano incomprensible, una fuente de fantasías para quien se adentre en ellas.
Siempre me atrajeron las casas abandonadas, porque creo que son mucho más que restos materiales, son los despojos de sentimientos que ya no existen...
(Vivienda de chacra abandonada - Cipolletti, pcia. de Río Negro, Argentina)
Gracias por tu visita!
Comentarios
Publicar un comentario