Las cosas tienen movimiento

Yo lo que digo nada más es que nadie puede estar seguro de que las cosas no tomen vida propia cuando nadie las ve, porque nadie nunca se ha tomado el trabajo de espiar, de fisgonear un juego de living por ejemplo, o las ollas de cocina por qué no. Ni qué decir de la cafetera y la licuadora, una yunta que siempre me resultó sospechosa.

No existen registros escritos de tales investigaciones, no. La humanidad se prepara para colonizar otros planetas, estamos en los albores de prolongar indefinidamente nuestra existencia y sin embargo, existe una probabilidad inexplorada de que cuando abandonamos nuestra habitación a diario, la mesa de luz se trence en acaloradas disputas con la almohada por ganar la atención del televisor. No se ha podido probar ni refutar esta presunción.

Yo por ejemplo hace días que vengo relojeando los lápices y lapiceras de mi escritorio, nunca los encuentro en el lugar que los dejé. Las cámaras ocultas no sirven, estoy seguro que como objetos que son jamás delatarían a un congénere. Esta noche voy a hacer como que me voy pero no... me voy a ocultar, para eso ya retiré el cuadro del pasillo, estoy seguro que les hace de campana.

Sé que me están vigilando, pero ya van a caer, tarde o temprano van a caer...

Gracias por tu visita!

Comentarios