Los abandonados

Ajenos al sol de la tarde, inmunes a los mosquitos, olvidados a un costado de todo, se mantienen en mutua compañía como animándose entre sí, ya vacíos de granos y sentido, con la fibra de los que no se entregan, esperando apacibles su destino.

(Grupo de silos abandonados, localidad de Speluzzi, pcia. de La Pampa, Argentina)

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