La belleza de las nubes
Siempre me gustaron las nubes. Confieso que me atraen casi hasta la obsesión.
Adornan el cielo, lo ocupan, lo matizan, le dan vida. Sus formas cambiantes e infinitas son una muestra acabada de genuina sencillez, resultado de múltiples y prodigiosos fenómenos.
Únicas. Desde que comenzaron a surcar el cielo, no debe haber existido jamás dos nubes iguales.Son como son, van a donde el viento las empuja, y se transforman a merced de los caprichos de este.
A veces se desgranan en gotas de simiente que fecunda la tierra, otras en cambio desaparecen humildemente sin dejar rastros.
A nadie nunca se le ocurriría pensar que deberían tener una forma distinta de la que tienen.
Son bellas, perfectas y efímeras, y probablemente lo ignoren.
Gracias por tu visita!
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