El destino de Aquiles

Parado a orillas del arroyo Covunco viendo pasar las nubes sobre el cerro Mocho mientras intercambio miradas con unas bandurrias que comen con indolencia pero a distancia prudencial reflexiono: "El corazón de las personas suele nutrirse de aquello que las rodea".

Quien sabe que hubiera pasado con Aquiles si su mamá lo hubiera bañado en este arroyo en vez de hacerlo en el Estigia, uno de los cinco ríos infernales.

Capaz que Aquiles no hubiera salido tan peleador. Capaz que hubiera tenido una larga vida (también Héctor y todos los cientos de soldados que murieron bajo el filo de su espada en innumerables batallas). 

Me asombra pensar que un acto tan inocente como un simple chapuzón pueda cambiar el curso de tantas vidas, pero claro, esto es solo una presunción incomprobable. En eso noto que una vaca está dele mirarme como para hacerme notar que estoy parado justo sobre su comida. Me voy para no torcer su destino del mediodía.




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