El Angel de la bicicleta
"Cambiamos ojos por cielo
sus palabras tan dulces, tan claras
cambiamos por truenos.
Sacamos cuerpo, pusimos alas
y ahora vemos una bicicleta alada que viaja
por las esquinas del barrio, por calles
por las paredes de baños y cárceles
¡Bajen las armas
que aquí solo hay pibes comiendo!"
(León Gieco)
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