Cenotes de cielo

Pocos conocen su existencia y menos aún su sentido, lo cierto es que los cenotes de cielo son algo así como la antítesis de los cenotes de agua dulce.

A diferencia de estos que contienen innumerables secretos en sus profundidades insondables, los cenotes de cielo resultan el acceso obligado para aquellos espíritus aventureros que pretendan sumergirse en la profundidad de los océanos de estrellas o adentrarse a navegar en los apacibles mares de nubes.

Se cree que durante mucho tiempo fue el sitio elegido por los primeros Acechadores de ángeles para efectuar desde allí su abnegada labor.

También se afirma (aunque sin pruebas concretas) que la Sociedad de los Hombres Soñadores, agrupación secreta y sin fines de lucro destinada a nuclear a las almas sensibles, custodia un relevamiento pormenorizado de estos cenotes, conociendo la ubicación exacta de cada uno de ellos.

Desgraciadamente nada de esto se ha podido corroborar, salvo por la presunta existencia de algunos de estos portales en plazas de enamorados o en patios de casas olvidadas, lugares obligados donde suelen reunirse las almas inquietas.

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